miércoles, 10 de septiembre de 2014

Agradecer y exigir desde Azuay

Y en espiral danzamos, agradecimos y nos reconocimos en la lucha. Al comenzar el encuentro en Gualaceo con la caravana de Azuay hacia el II Encuentro Nacional de Agroecología [IIENA] nos reunimos frente al churo en el piso creado por semillas de maíz, trigo, frijol y flores de guanto y rosas. Danzamos al compás de la música en las 4 direcciones y entre los 4 elementos.

Reconociendo los derechos de la tierra y las necesidades humanas de quienes sobre ella coexistimos; los más de 50 mujeres y hombres de Azuay expresaron propuestas y exigencias para incluirlas en la agenda agraria territorial. Desde los temas de interés provincial se trabajaron en 5 mesas: Manufactura lechera, Producción agroecológica, semillas y transgénicos, organización social, y agua.
Tomás Quevedo exponiendo detrás del churo
Foto: Pk Thevetia
Para contribuir con el análisis de nuestra realidad, se realizó una exposición previa a las mesas de trabajo.
"Hay cosas que no se ven de este gobierno: ¿qué es la revolución ciudadana? ¿ qué implica para ellos?" preguntó Tomás Quevedo, al exponer sobre el mundo rural en el país. “Hubo transferencia estructural del Estado, pero este gobierno es una alineación doble: entre el interés de incentivos campesinos y la distribución del ingreso, no de la riqueza. ¿saben dónde esta concentrada la riqueza? preguntó a los asistentes mientras las mujeres con sus manos tejían paja toquilla y atentas escuchaban.
“El modelo de acumulación -en su escencia- no se transforma, ya que el gobierno prefiere apoyar grandes exportadores. El Ministerio de Agricultura Ganaderia Acuacultura y Pesca [MAGAP] no apoya, condiciona” explicó este sociólogo analista de la Agroindustria y concentración de la propiedad de la tierra.  

Escuchando atentas y activas
Foto: Pk Thevetia
Esta lucha no tiene un límite de tiempo, sino continuará hasta salucionar los problemas, aseguro Abel Arpi, quien como parte de la mesa de organización social planteó junto con el equipo, retos tales como escuhar la voz de los jovenes, integrarlos en la organización base, visivilizar y valorar la experiencia y trabajo de las mujeres. Por su parte, las compañeras señalaron que “hacer procesos de integración y reflexión en nuestras familias, comunidad y organizaciones; respetar las diferentes ideas y dar nuestra opinión” fortalecerá nuestro proceso. “Entre que unos exigimos y otros nos callamos. Necesitamos familiarizarnos en la lucha” afirmaron.

En las mesas se evidenciaron problemas como la poca obtención de semillas de hortaliza y el acceso a la tierra. “Mantener el manejo cultural de semillas en todos los ciclos con intercambio, bancos de semillas y políticas que reconozcan las labores de la mujere en la conservación de la agrobiodiversidad” fueron puntos importantes que pueden contrarrestar amenazas que implican la implementación de políticas de Estado, tales como el cambio de matriz productiva.

Somos más de 500 millones de personas en el mundo que hacemos agroecología según estadísticas del Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) por sus siglas en inglés. “Agricultores agroecológicos producen relativamente más alimentos” que la industria. Aun con estos estudios internacionales, donde señalan que en América del Sur la agricultura familiar, cultivan el 18% de la tierra y produce alrededor del 40% de alimentos; hay gobiernos que aún no entienden su importancia.
El compartir del alimento
Foto: PK Thevetia

¿Qué significa conseguir el Buen Vivir según el gobierno? preguntó Tomás Quevedo en aquel Coliseo de Gualaceo. El Plan Nacional del Buen Vivir señala que “los desafíos actuales deben orientar la conformación de nuevas industrias y la promoción de nuevos sectores con alta productividad, competitivos, sostenibles, sustentables y diversos, con visión territorial y de inclusión económica en los encadenamientos que generen” ¿encadenamiento productivo? No tenemos los insumos para ser industria, por lo tanto estamos fuera de la visión del Buen vivir del gobierno.

La caravana del Azuay sigue trabajando sus dibujos donde sus realidades y exigencias se plasmarán en un lona y  será presentada  en el II ENA. Mientras tanto, este taller de Valor-arte campesino planea su próxima reunión en Intag.
   
Para más información de estos análisis:
*Consulta la publicación de Tomás Quevedo “Agroindustria y concentración en la propiedad de la tierra en el Ecuador”.
* Ve las fotos del trabajo previo al IIENA AQUÍ